miércoles, 27 de noviembre de 2013

Ni escucharon ni nos dejaron hablar

Lo que ConBici quiso decir al Consejo Superior de Tráfico
y al ministro, pero la DGT no permitió

Ante la negativa de la DGT de que hubiera más de un representante del colectivo ciclista "por falta de espacio", cuando sí lo hubo para varias asociaciones de víctimas de coches, del mundo del automóvil, aseguradoras, etc… ConBici aceptó la medida y preparó un escrito para que su representante  legal, Alfonso Triviño (Asociación de Ciclistas Profesionales-ACP), le diera lectura ante el ministro, con el que por supuesto nunca hemos podido hablar y ante el resto del pleno, que no necesariamente está informado de todas las irregularidades que se han cometido y se siguen cometiendo en el proceso de tramitación de las alegaciones, primero al Reglamente General de Circulación y después al Proyecto de Ley de Tráfico, actualmente en el Parlamento.



Y Triviño hizo lo que pudo en el Consejo Superior de Tráfico (CST) celebrado ayer, aunque no se le dejó hablar, machacándole desde la tribuna los "moderadores" , en un ambiente hostil a las disensiones y entregado a la dirección DGT. Personalmente para el Sr. Triviño ha sido un trago muy duro por el que ha tenido que pasar ante ese auditorio, y desde ConBici queremos aquí reconocérselo. En este enlace ow.ly/rdSFI se puede comprender parte de lo que sucedió según una nota publicada por el propio Alfonso Triviño.

Para empezar,  la sesión se convocó a las 12h., a pesar de la densidad de los temas a tratar. Pensamos que así se planificó para restar  tiempo al debate. Y así, al representante de la ACP apenas le han dejado hablar, y le decían que las posiciones de la coordinadora ya las conocen, y que a ConBici "ya les respondimos por escrito" (falso) y que el Pleno no es el sitio para debatir ("tampoco", añadimos nosotros) si él es nuestro representante en el CST, que nos cuente lo que durante tres horas se dijo allí, pero que nuestras opiniones ya las conocen, dando por hecho que los asistentes a la sesión no querrían conocerlas o que ya estarían informados.

Ante tan vergonzosa estrategia de no debate, ahora escenificada en este importante foro que debería ser el CST, ConBici quiso trasmitir lo siguiente:


LA NOTA QUE NO NOS DEJARON LEER


"La Coordinadora ConBici desea expresar su rechazo ante el procedimiento  con el que se pretende elaborar una Ley de Tráfico, sin apenas tener en cuenta las demandas del sector, ni de usuarios ni del mundo empresarial, ni de los deportistas, ni de los profesionales… y ni siquiera de los ayuntamientos, los que serán a la postre encargados de hacerla cumplir. Por contra, la reforma cuenta con el apoyo de alguna aseguradora, alguna asociación de automovilistas y alguna asociación de víctimas… de coches. Esa es la ley que se pretende sacar… Todo para los usuarios, pero sin los usuarios.

Y así, desde ConBici y mediante nuestro representante en el Consejo Superior de Tráfico, queremos manifestar, primero, nuestra queja formal por  no haber sido siquiera invitados a esta sesión, al igual que otras entidades representativas, lo que demuestra que nuestros gobernantes van en dirección contraria al creciente uso de la bicicleta, y para los que la medida estrella consiste en imponerles un casco a los ciclistas.

Se sabe que si esta imposición se lleva a cabo, el uso de la bicicleta descenderá… ¿es eso lo que se pretende?. ¿Por qué en Europa y en el resto del mundo el casco no es obligatorio excepto en Australia y Nueva Zelanda, países dónde el uso de la bicicleta es testimonial?. ¿Sólo a nosotros nos preocupa la vida de las personas y al resto del mundo no?.

¿Saben ustedes que en la exposición de motivos del Proyecto de Ley la obligación de llevar casco no está motivada, ni hay referencia alguna a estudios que la avalen? Pero no se trata sólo del casco… hay mucho más. El Proyecto de Ley se va a debatir sin el informe preceptivo de ESTE Consejo, lo que vicia su procedimiento de tramitación. Tampoco va acompañado de una memoria de impacto social, ignorando las consecuencias que en aquellos países ha supuesto la obligatoriedad del casco ciclista. Carece igualmente de una memoria económica, pese al cambio previsto de elevación del límite de la velocidad máxima  a 130 Km/h. ¿No les parece una frivolidad y un desprecio, entre otros, a este Consejo Superior de Tráfico?

¿Saben que después de que la Directora de la DGT propusiera en Junio en el Congreso una Comisión para debatir sobre el casco, se remitió a finales de Julio el anteproyecto de ley al Congreso, sin haber empezado aún las comparecencias y con la decisión ya incorporada al Anteproyecto de la obligatoriedad del casco ciclista?. ¿No les parece una falta de respeto a los miembros de la Comisión de Seguridad Vial y a las personas llamadas a comparecer?

Se trata de una Ley que, además de los desaguisados que introduce, habilita en su disposición adicional primera al Gobierno (o sea, a la DGT) para que haga una nueva Ley, refundiendo en un sólo texto todas las normas legales y reglamentarias sobre Tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial. Así nunca tendremos una ley con amplitud de miras y para el siglo XXI… más bien, un legislador obsesionado por refundir textos ya superados.

La única justificación para obligar el uso de casco dada por la DGT al Congreso es la necesidad de cumplir con cambios en la legislación europea. Pero en este mismo mes de noviembre, ConBici ha preguntado a la Unidad de Seguridad Vial de la Dirección General de Movilidad y Transporte de la Comisión Europea en Bruselas, sobre su posición acerca del casco, y la respuesta recibida por escrito ha sido la siguiente: “Nuestra política sobre seguridad vial 2011-2020 no contempla ninguna iniciativa legislativa sobre el uso del casco por los ciclistas,  que tampoco se encuentra en el programa de trabajo para 2014.”

En definitiva, la ley, en lo que respecta a los ciclistas, se nutre de aspectos negativos, imponiendo cargas injustificadas como el casco, a la vez que mantiene un régimen sancionador desproporcionado (no llevar casco es una infracción grave, ¡equiparada a saltarse un stop!). Se coge del Proyecto de Reglamento lo malo, pero no se lleva a la Ley las “calles 30” ni la consideración de la bicicleta como vehículo preferente, ni se corrige la obligación del ciclista de ir orillado a la derecha del carril, cuando todos los ciclistas sabemos que es la posición menos segura.

¿Dónde queda ese supuesto deseo de velar por la seguridad del ciclista?. La respuesta es ¡en la pura apariencia!, haciendo la DGT del casco obligatorio un símbolo de la preocupación del Gobierno por la seguridad, mientras en realidad se muestra condescendiente con el principal causante de los accidentes mortales de ciclistas, el vehículo a motor, y con las compañías que los aseguran, atentas siempre a responsabilizar al ciclista si circula sin casco.

Desde ConBici queremos hacer ver que han sido demasiadas irregularidades de una Dirección General de Tráfico que no ha sido leal con quienes somos un pilar fundamental de la movilidad sostenible en la sociedad del siglo XXI. Esperamos que la bicicleta goce algún día de las ventajas de los países de nuestro entorno, donde las discriminaciones positivas permiten reconocerle la función social que sin duda cumple para todos.

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