sábado, 9 de julio de 2011

Coger la bici para dar un paseo es algo muy corriente en Huesca. Visitar lugares o eventos de significado cultural no lo es tanto. La combinación de ambos es casi inconcebible porque los ciclistas normalmente no somos muy bienvenidos en los museos.


Un caso significativo es el del CDAN, que disfruta de un amplio aparcamiento para cincuenta coches y tres autobuses, mientras que sólo hay un aparcabicis romperuedas para cuatro bicicletas. Lo peor no es su diseño sino su ubicación en el mismo aparcamiento para coches, a espaldas del museo y a bastantes metros, por lo que cualquiera que aparque en ese lugar se expone a que su bici sea robada o desvalijada con la mayor discreción. Huesca en Bici solicitó hace meses al Ayuntamiento un aparcabicis de horquilla para la puerta del museo y su proximidad, pero esta petición no ha sido satisfecha, por lo que no nos queda otra que seguir pidiéndolo.

Bicicletas rompiendo la estética del CDAN
Ya que el nombre de este museo hace mención a una comunión entre arte y naturaleza, creemos que sería más coherente dar facilidades a aquellos que se acercan al CDAN en bici en lugar de en coche. Esta sencilla medida elevaría el número de visitantes, ya que es un buen intermedio para un agradable paseo desde Huesca. Más aún, sus trabajadores también podrían beneficiarse de esta medida, ya que en bici sólo hay diez minutos desde Huesca y podrían aprovechar sus traslados al trabajo para mejorar su salud al mismo tiempo que ahorran y contribuyen a la preservación de la naturaleza. Lamentablemente, hace pocos días el vigilante del CDAN nos invitó amablemente a retirar las bicicletas de la fachada, según él por orden de la dirección. Habría que dar más facilidades a los visitantes de un museo que casi siempre está vacío.

Las instituciones y comercios de Huesca pueden tomar el ejemplo de una iniciativa privada con la que se demuestra que todas las excusas son inútiles: el pequeño aparcabicis instalado por la Ferretería Carreras. Su iniciativa abre un camino al resto de comerciantes para que, en la medida de sus posibilidades, faciliten las cosas a sus clientes ciclistas. Pero no es imprescindible que cada comercio tenga su aparcabicis, sólo han de asegurarse de que los hay en las proximidades; y si no lo hay, solicitarlos al Ayuntamiento. Los responsables han de tomar conciencia de que cuando habilitan aparcamientos para coches pero no para bicis están fomentando directamente el uso de coche privado con todas las consecuencias que ello conlleva. 

Ejemplar iniciativa de Ferretería Carreras
En 2010, enviamos una carta a una cadena de supermercados que pone a disposición de sus clientes aparcamientos privados. Les instamos a instalar un aparcabicis en cada uno de sus garajes. No ha habido respuesta alguna. Eso sí, cobran las bolsas porque les preocupa mucho el medioambiente (de paso se libran de pagar el canon de reciclaje). Es triste que haya empresas que se gasten más dinero en anunciarse como ecológicamente responsables que en medidas reales. Otro ejemplo a seguir es el de Gráficas Huesca, que ha fomentado el uso de la bici entre sus trabajadores premiando a los que la usan.

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